#La filoxera, su efecto sobre el viñedo europeo.
Una amenaza se cierne sobre el viñedo europeo, un pulgón procedente del continente americano, que se alimenta a base de hojas y raíces de la vid, llega a Europa en 1868. La filoxera, su efecto sobre el viñedo europeo; una plaga de este pulgón (Phylloxera vastratrix), cuyo único huésped es la vid, arrasa prácticamente con la totalidad del viñedo europeo.
En España se generan dos focos importantes, uno procedente del viñedo francés, que sufre el efecto contagio dada la proximidad, y el otro foco se sitúa en Gerona, Málaga y Oporto. La plaga se extiende por la península ibérica devastando el viñedo.
En esa época se temió lo peor, la filoxera, su efecto sobre el viñedo europeo, supuso una amenaza real, había caído sobre la totalidad del viñedo, sin medios para paliar sus efectos, asestó un duro revés a este, que sufrió hasta desaparecer. En una época floreciente para el vino, las esperanzas de mucha gente se habían acabado con la llegada de esta plaga.
¿Cómo es este pulgón?
Durante su vida pasa por tres estadios muy diferenciados, nacen a partir de los huevos de invierno; en el primer estadio se forman las “gallicolas”, unas hembras que forman las agallas, en las hojas, y otras “radicolas”, 2º estadio, que bajan hacia la raiz, son las más dañinas, ya que la infectan y provocan su muerte; son hembras sin alas que devoran la planta, y el tercer estadio; ciertas radicolas se transforman en ninfas, y con sus alas vuelan de una planta a otra, o son arrastradas por la acción viento. Los huevos de estas aladas son de dos tipos, sexuadas machos y sexuadas hembras. De su apareamiento queda un único huevo, el huevo de invierno.
Las picaduras en las raicillas de la vid provocan nudosidades, hipertrofias en el tejido que hacen que se pudran y provocan la muerte de la planta. Cuando las raíces son más gruesas las picaduras dan lugar a tumores globosos, y en las depresiones centrales, el insecto pone sus huevos. A partir de entonces se genera un proceso degenerativo que facilita la entrada de hongos y bacterias que ocasionan la muerte.
¿Cómo se solucionó el problema?
Usando las raíces de las plantas americanas, de donde vino el problema, resistentes a la plaga y que convivían donde estaba la filoxera. De ellas se sacaron los portainjertos sobre los que se injertaba la Vitis Vinífera. Otras soluciones fueron elegir nuevas variedades viníferas; los cambios técnicos en el cultivo y la vinificación, los avances en la ciencia amelográfica y enológica, los tratamientos químicos del suelo…, permitieron recuperar un viñedo saludable.
Cabe mencionar que zonas del centro de La Mancha, Murcia y la Meseta del Duero no fueron afectadas por la plaga, sin olvidar que no llegó a las Islas Canarias.
Posteriormente, los esfuerzos por recuperar el viñedo coincidieron con una auténtica “edad de oro” en lo que a consumo y exportación se refiere, por lo que pronto se dejo atrás los efectos devastadores de la filoxera y se devolvió la salud al viñedo.
La filoxera, su efecto sobre el viñedo europeo estuvo cerca de acabar con este definitivamente, ya que se temió lo peor. Afortunadamente, el lugar donde se originó el problema hizo pensar en su solución.
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