Los vinos de #Terroir marcan la diferencia
Conocimos a Jean Pierre en el salón de la guía Peñín 2016, el pasado 29 de octubre, donde tuvimos ocasión de catar parte de los vinos mejor calificados por críticos del Mundo del vino, entre ellos, Eponimo 2012, de Bodegas Toroeno.
Jean Pierre Guyomarc’h, un entusiasta del vino, decide estudiar enología en Burdeos, para posteriormente, junto con su hermano Bernard Benito, recuperar un viñedo de la familia, en Rueda, cerca de Toro. Un sueño que les devuelve a la infancia, después de muchos años dedicados a otros trabajos, su amor por España les hace regresar a sus orígenes.
Adquieren apenas 3 Ha de viñedo en San Román de Hornija, en la DO Toro, un excelente «terroir» plantado con el clon de la Tempranillo, la Tinta de Toro. Recuperar un sueño alimentado durante la infancia, en sus veranos en Rueda, ahora, bajo el nombre propio de Bodegas Toroeno.
Una única parcela situada a unos 700 metros sobre el nivel del mar, con suelos arenosos en su parte superior y arcilloso con piedra caliza, en sus estratos más profundos. El promedio de edad de las viñas en Bodegas Toroeno es de treinta años, y su densidad de plantación de aproximadamente 1.000 cepas por hectárea.
El origen de ambos es distinto, mientras que Bernard Benito es propietario en Burdeos de Transportes Benito, Jean Pierre se dedicaba a la medicina, a la cirugía. Pero sus raices están ligadas a la tierra, a sus antepasados, familia de viticultores, razón por la que deciden regresar a España, para crear Bodegas Toroeno, y para elaborar vinos singulares, nacidos para expresar el «terroir» de donde proceden, «vinos de parcela«, tal cómo ellos los definen.
Estos dos vignerons están a favor del cultivo tradicional, viñas plantadas en «vaso», realizando todo el trabajo manual. En Bodegas Toroeno, el control riguroso de la parcela permite el seguimiento de la maduración alcohólica y fenólica de las uvas, para decidir así, la fecha óptima de la vendimia, y recoger estas bayas en las mejores condiciones que les permitan elaborar sus dos grandes vinos, Aromana y Eponimo.
Clase de vino: Tinto con crianza, 6 a 10 meses en barrica de roble francés.
Variedad: 100% Tinta de Toro.
Nota de Cata: Vino potente que también atrae por su nariz de especias y ligeramente arbolada, mientras que en boca descubre notas frutales sutiles. Una madera bien integrada.
Un vino con un gran potencial de envejecimiento.
Clase de vino: Tinto con crianza, envejecido en barricas de roble francés, 60% nueva, entre 15 y 24 meses, dependiendo de la añada.
Variedad: 100% Tinta de Toro.
Nota de cata: Descubrimos un vino potente, donde el equilibrio de alcohol, frescura y taninos se encuentran en perfecta armonía, bien integrados.
Es un vino con gran potencial de envejecimiento.
Puntos Peñín: 93
Un proyecto nos ha entusiasmado desde el principio, con gran potencial de maduración, al igual que sus vinos, que merece la pena descubrir. Nos encantan los vinos que son mimados desde antes de nacer, que reflejan el «terroir» de donde proceden, y que forman parte de un sueño, que transmiten ese entusiasmo por el trabajo bien hecho.