#Experiencias en la DOCa Rioja, un mundo por descubrir
Hablamos de Bodegas Tritium, donde Francisco y Javier, dos amigos de la infancia, nos muestran un proyecto nacido de la ilusión, el compromiso, el esfuerzo y el amor por las viñas viejas, con la idea de elaborar grandes vinos a partir de una materia prima excelente, desmarcándose de quienes priman la producción, para ofrecer una calidad excepcional en sus vinos.
«Vignerons«, término que define en Francia a aquellos viticultores que deciden elaborar y comercializar sus vinos, para ofrecer vinos singulares, especiales, con una calidad que los define desde su inicio. Bodegas Tritium nace en unas instalaciones alquiladas bajo la sabiduría de sus propietarios, hasta que deciden seguir dibujando su sueño, y se lanzan a comprar terrenos con la idea de construir una bodega nueva.
Al poco tiempo abandonan esa idea, y deciden restaurar una antigua bodega tradicional del s. XVI, en ruinas, ubicada en el barrio «las Travesías de los Caballeros«, en Cenicero, respetando todos los elementos originales que se ha sido posible. Hoy Bodegas Tritium se alza sobre un antiguo calado, una joya de otro tiempo, que Francisco y Javier han sabido recuperar, para ofrecer mucho más que enoturismo, experiencias que compartir.
La bodega cuenta con lago de piedra de sillería, tino y trujal, así como un calado a 10 metros de profundidad de 30 metros de largo, donde descansan las barricas de crianza.
Sus vinos proceden de viñas viejas, siete hectáreas de cepas cuya edad oscila entre los 90 y los 111 años; algunos de los mejores pagos de la Rioja Alta, que se resistieron a los arranques masivos que hubo en La Rioja sobre los años 60/70 (en este caso, alentado por la mecanización de las tareas de viticultura) y en los 80/90, fruto de la llegada de las multinacionales al sector… Vinos que reflejan fuerza, carácter y personalidad, marcados por el compromiso de calidad que sus propietarios defienden, para ofrecer estos vinos que se sitúan entre los mejores según revistas prestigiosas como ha reconocido Wine Spectator 2014.
Bodegas Tritium se basa en la vinculación a una honda tradición viticultora, a través de cinco generaciones de la misma familia dedicadas al cultivo de la vid en Cenicero y Tricio, localidad riojana con un rico pasado romano, de ahí el origen de Tritium.
Sin duda, conocer a sus propietarios, la bodega y catar sus vinos, es una experiencia muy enriquecedora para todos aquellos amantes del vino que buscan algo más…, en Bodegas Tritium buscan esa diferenciación, por ello, apuestan sólo por la calidad, disfrutando de lo que aman, para contagiar a aquellos que decidimos aventurarnos y descubrir vinos únicos.
Os presentamos dos de sus vinos:
55% tempranillo, 15% garnacha, 15% graciano, 15% mazuelo
La crianza se ha realizado en barrica nueva de Roble Francés de 500L. durante 23 meses.
Cata:
Color: Picota intenso de capa muy alta, limpio y brillante, ribete violáceo. En nariz es potente, con una explosión frutal, sedoso, complejo, elegante, intenso. Con un paso por boca carnoso, donde volvemos a encontrar la fruta, estructurado y muy largo.
100% graciano
La crianza se ha realizado en barrica nueva de Roble Francés de 225L. durante 12 meses. y 6 meses en barrica de Roble Francés de 500L de segundo año.
Cata:
Color: Rojo picota casi negro de capa alta, limpio y brillante, ribete violáceo., lágrima abundante y densa. En nariz posee mucha intensidad aromática, predominan las frutas negras, es floral, y aparecen notas de violeta, rama de geranio, mineral, mina de lápiz, chocolate, café…, es elegante, poderoso. En boca es envolvente, muy largo, con un progusto frutal, sedoso, de gran estructura y con una acidez sobresaliente.
Otro día hablaremos del Supurao, un vino de otro tiempo, con una elaboración muy cuidada. Es sin duda, un vino muy singular que resulta una delicia para el paladar.
Mi agradecimiento a Francisco y Javier por su hospitalidad, siempre es un placer visitarles. Realmente es una de las experiencias de enoturismo que recomiendo…