» Mercator » Supurado, un vino de #BodegasTritium
La historia de un vino con pasado » Mercator » Supurado que, Javier y Francis han recuperado. Ambos dan vida a Bodegas Tritium en Cenicero, en una bodega restaurada del siglo XV, para elaborar vinos únicos, que expresan el «terroir» de donde proceden. Tritium cuenta con 7 hectáreas de viñedo propio, con una edad comprendida de las viñas entre 100 y 112 años, bajo una viticultura sostenible.
Hoy os hablamos de un vino singular, Mercator Supurado, que se elaboraba en casi toda La Rioja y en algunas zonas del bajo Najerilla, pero que a pesar de casi haber desaparecido, aún se sigue elaborando a nivel particular.
Más de 50 años han pasado desde entonces, hoy recuperado por Bodegas Tritium, que tras una labor de búsqueda de información sobre cómo se elaboraba este vino antaño, cómo debían pasificar las uvas, cuánto tiempo le costaba fermentar, etc., Una labor complicada, dado que la gente mayor del pueblo apenas recordaba bien. Sin embargo, un recuerdo imborrable era peculiar sabor; un vino utilizado para hacer rosquillas y borrachuelos.
Al demoler la casona antigua de la familia Caballero, y de la abuela de Román Espinosa, se encontraron varios garrafones que indicaban que allí habían elaborado vino Supurado, probablemente, de las últimas familias en hacerlo, hace ya más de 50 años.
Después de está investigación, Francis y Javier descubrieron al fin que «El Supurado» es un vino sin secretos. Así que decidieron elaborar su propio vino «Mercator«, a partir de uvas pasas de garnachas, de las que sobran después de Navidad, que son pisadas y prensadas. De ahí se obtiene un mosto muy concentrado de entre 32 y 34 grados de azúcar, que posteriormente debe fermentar a temperatura constante, templada, durante 6 meses. En su elaboración sólo se usan sus sus propias levaduras, que consiguen convertir en alcohol aproximadamente la mitad del azúcar, dando como resultado un vino de 15% de alcohol y 240 gramos de azúcar/litro.
Para evitar un vino empalagoso, se concentra la acidez de este. En Bodegas Tritium elaboran un vino 100% natural, sin sulfuroso añadido.
En la fermentación se atraviesa con una goma elástica un corcho, y el otro extremo de la goma se introduce en una jarra de agua, de esta forma, expulsará el carbónico producido durante la propia fermentación, sin que estalle el corcho, evitando el contacto con el oxígeno que podría oxidar el vino.
Las pompas de carbónico saldrán durante 6 meses que dura la fermentación.
En Bodegas Tritium emplean 100 kg de uva para obtener una cántara de Supurado. Así obtienen un vino espectacular, 100% natural, con una nariz impresionante, que nos ofrece frutas pasificadas, sobre todo higo. En boca es dulce pero fresco, muy agradable de beber.
El Supurado es un vino que acompaña perfectamente a un postre, similar a un Px, un Oporto o un Tokay, que también son fantásticos como aperitivo.
Como anécdota os contamos que en el pueblo de Cenicero solía beberse por la mañana antes de ir a las labores del campo.
En Bodegas Tritium escogieron el nombre de «MERCATOR», cuyo significado en los antiguos monasterios, era el fraile encargado de la distribución del vino.