Cuando la uva está lista para ser recogida y el tiempo lo permite se oye en Pedrosa de Duero: “la bodega ya ha abierto”. Y comienza la “bendita locura”. La selección de los racimos se hace en el mismo campo. Por experiencia. Estamos hablando de viticultores que son ya tercera o cuarta generación y la uva sigue recogiéndose a mano como antaño.
Vilano es el sabor de la tierra, de las uvas más selectas; el fruto de la búsqueda incesante de la excelencia.
La bodega mezcla las últimas técnicas de tecnología e ideas transformadoras con tradición para crear vinos únicos que están sorprendiendo a nivel internacional.
Con sus más de 250 hectáreas de viñedo en Pedrosa del Duero (Burgos), de la variedad “Tinta Fina” o “Tinta del País”(Tempranillo) , tiene una producción anual de 1,4 millones de kilos de uva de alta calidad.