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Variedad autóctona de Castilla y León, y más concretamente en la zona sur de Tierra de León. Única y ancestral.
Tiene una brotación temprana y, por ello, sensibilidad a las heladas de primavera.
La cepa está semienterrada y no hay cabeza. Los motivos se fundamentan en que la fertilidad de la Prieto picudo reside en las yemas más alejadas del sarmiento.
Es una cepa muy resistente a las enfermedades criptogámicas. además, precisa de un microclima para conservar la humedad, tiene buenas producciones y sus racimos son compactos.
Tamaño y compacidad: pequeño
Longitud del pedúnculo: muy corto
Tamaño: pequeño
Forma de perfil: cilíndrica
Ombligo: esférico
Color y grosor de la epidermis: fina y prieta, azul negruzca con pecas
Pigmentación anotiánica de la pulpa: no coloreada, sí el pincel
Sabores particulares: vegetales
Facilidad de separación del pedicelo: difícil
Formación de pepitas: presentes
Color principal: muy azulada